**El terreno que ocupan para depositar la basura de la ciudad es propiedad del alcalde; saben que hay intereses económicos de por medio

ACAYUCAN, Ver.- Una bomba de tiempo es la que crearon el alcalde Marco Martínez y el ganadero René Reyes “La Sota de Oro”, luego de permitir que en uno de sus terrenos de la colonia Las Cruces se depositen cientos de toneladas de basura que diariamente se recolectan. Los habitantes de este lugar y colonias circunvecinas afirman que los malos olores llegan hasta sus hogares, principalmente en días que son soleados; en el área que se encuentra, a menos de 10 minutos de la cabecera municipal hay cientos de zopilotes, los cuales cada vez más se pasan a los terrenos de junto, y están contaminando los arroyos y represas que se encuentran en las parcelas.

De acuerdo a lo recabado por vecinos del lugar, este basurero clandestino ya tiene más de 8 meses, pues afirman que desde enero los carros recolectores empezaron a ingresar a la colonia, mientras que otros dicen que fue antes; los problemas de mal olor, contaminación y enfermedades iniciaron en junio, cuando los desechos ya estaban amontonados, por lo que fue necesario crear un “relleno sanitario”, sólo que este no cuenta ni con la aprobación de las autoridades estatales, mucho menos con los permisos de sanidad donde descarten que estas acciones no traerán problemas a largo plazo, lo que ocasionará que la tierra de los ranchos, o parcelas de junto ya no vuelvan a producir ningún tipo de cultivo.

Los habitantes de la colonia han declarado que el basurero clandestino se encuentra en una propiedad de René Reyes, quien en la administración de Marco Martínez Amador ocupó cargos como el de asesor de Tesorería, posteriormente ocupo la dirección de Limpia Pública, Servicios Municipales, y otros más, hasta que dicen se retiró definitivamente del ayuntamiento, cabe mencionar que apenas en la jornada electoral pasada jugó como candidato a regidor del PRD, cuando siempre militó en el PRI; hoy en día su regiduría está en la tablita, es ganadero, empresario y terrateniente, hasta donde se sabe hay un conflicto entre la CAEV, pues ellos se adjudican esa parte donde hoy se dejan los desechos de los habitantes de Acayucan, pues a escasos metros antes de llegar al basurero clandestino se encuentra la planta de tratamiento de aguas residuales, la que por cierto no funciona.

Estos terrenos parecen gustarle mucho al edil acayuqueño, pues aquí también se pretendió fundar un nuevo panteón municipal, una buena acción, pero sólo se pretende, porque esta declaración fue desde hace dos años, pero hasta el momento no se ha concretado, y actualmente el panteón del barrio Tamarindo está literalmente lleno, “no le cabe ni un muerto más”.

Hace muchos años, en las pasadas administraciones municipales se hizo un relleno sanitario con todas las medidas de seguridad y reglamentación pertinentes, se ubica en la comunidad El Zapote, la cual es la última de Acayucan, y está a más de 3 horas de distancia si se viaja en un camión cargado con basura, hoy se sabe que ese espacio ya no lo ocupa el ayuntamiento, porque quienes lo administran no tomaron las medidas necesarias, la basura era dejada al “ahí se va”, y esto causó que el organigrama de trabajo se perdiera.

No toda la culpa es de Marco Martínez, mucho tienen que ver los regidores encargados de las comisiones de basura, quienes sencillamente nunca han cumplido con su trabajo, por esta razón es que las familias de la colonia Las Cruces están en riesgo de enfermarse en cualquier momento y que las tierras de esa zona se mueran, y tarden muchos años en que vuelvan a producir.

Por Roberto Montalvo