Rafael Guízar y Valencia, hoy santo, ayer obispo

Xalapa, Ver.- Carlos May González, cronista de Teocelo, cuenta entre los considerandos para hermanar a su municipio con Cotija, lugar en donde nació Rafael Guízar y Valencia, que durante su estancia éste dormía en el suelo.

Esta es una de las características del hoy santo, ayer obispo, que aún mantiene viva la memoria del personaje, que además de filántropo y revolucionario fue milagroso, pues otro testimonio en la localidad es que al descansar levitaba.

Así que en sus visitas a Teocelo, según siguió contando, le preparaban una habitación, pero al amanecer y retirarse ésta estaba intacta. Al ver que descansaba en el suelo, hay testimonios de que no rozaba el piso. Para muchas personas esto ya iba indicando su santidad, de la que se sigue hablando a 140 años de su nacimiento.

SU HISTORIA POR TEOCELO

Con el alcalde Mario Chama Díaz, la síndica Zaira del Carmen Martínez; la directora de Educación, Angélica Casillo Pale; el director de Turismo y Cultura, Julio César Casas, contaron todas las actividades que se realizan en torno al hermanamiento y hacer crecer a Teocelo.

Es que para la grey católica se volvió parte de su historia el paso del primer obispo mexicano canonizado en Latinoamérica.

Cuentan que a su llegada, procedente de Cuba en 1920, se dedicó a dar y a ayudar a la reconstrucción en toda la región, recién devastada por un terremoto.

“Gratitud y cariño es lo que le tiene Teocelo, pues el terremoto afectó a todo el municipio. Guízar y Valencia en ese momento suspende los festejos de recepción que habían hecho en torno a su persona y pide a todos los que lo fueron a recibir que donaran una parte de sus ingresos económicos para los damnificados por el sismo y por el terremoto del 3 de enero de 1920”.

En ese momento, continuó diciendo May González, “entrega su anillo episcopal diciendo ‘para que también sirva para esa pobre gente que está sufriendo’. Posteriormente llega a Xalapa, en donde toma posesión en la catedral como obispo y ordena ir inmediatamente a Teocelo. Desde que llega se gana el cariño y afecto de los lugareños. Se estableció un vínculo, una simpatía muy bonita”, aseguró.

Hay testimonios de su santidad en vida. En la casa de Bernarda Soto, quien fue una persona muy pudiente en esa época, ordenaba preparar su habitación, sin embargo, no la tocaba, pues se dormía en el suelo. Así también, en los días de auxilios espirituales o al finalizar iba a la casa de ella, en donde merendaba y cuando ya se iba a dormir hacía oración y levitaba. Así que por ello lo consideran como indicio de que ya estaba para ser un santo.

TURISMO RELIGIOSO

La parte que corresponde ahora a las autoridades locales en el rescate, conservación y fomento de la cultura local incluye trabajos para ser Pueblo Mágico. El municipio cuenta con maravillas naturales, vestigios del nacimiento de la industria manufacturera, urbanística, entre otras bellezas, y el fervor religioso. Este miércoles 24 de octubre, que es cuando inicia la festividad en torno a Guízar y Valencia, el pueblo entregó un portal monumental en la catedral, además de la llegada de peregrinos, quienes caminaron hasta Xalapa.

Teocelo se encuentra a 30 minutos en auto. Su clima es similar al de la capital del estado de Veracruz y cuenta con todos los servicios. Los funcionarios que se presentaron invitaron además a diversas actividades en el Día de Fieles Difuntos, donde se realizan concursos de tamales y atole, y la gente acostumbra a hacer los llamados de choco, que es un árbol endémico.

Al par, el alcalde anunció que para el siguiente año promoverán la realización del tamal de mole más grande del mundo, al puro estilo de la región reconocida por su gastronomía.

Cortesía Livia Díaz