Poza Rica de Hidalgo
EL EJIDO “POZA DE CUERO”
Por Leonardo Zaleta.
Cronista de Poza Rica.
En la segunda década del siglo pasado, los vecinos de la congregación de Poza de Cuero, municipio de Coatzintla, venían trabajando como peones o arrendatarios sin esperanza de conseguir un pequeño patrimonio que heredar a sus hijos. Los milperos recibían de 50 centavos a un peso diario por jornal, y a veces les pagaban con maíz y frijol que apenas alcanzaba para la subsistencia.
La enorme corriente de inmigrantes que llegaba huyendo de los estragos de la revolución, y los viejos pobladores, requerían urgentemente un pedazo de tierra. Hondamente abrumados por la necesidad, armados de valor y coraje, 709 campesinos solicitaron un ejido mediante un escrito dirigido al gobernador coronel Adalberto Tejeda Olivares, fechado el 21 de marzo de 1923.
Compartiendo esperanzas incorporaron a la solicitud a los vecinos de la ranchería de Poza Rica. Era agente municipal de Poza de Cuero el señor Alberto Mendoza Hernández, quien estampó la firma y el sello oficial.
Firmaron la solicitud: Clemente Reyes, Mauro Hernández Santes, Raymundo Ichante, Felipe Benítez, Modesto Castillo, Juan García, Teófilo Hernández, Anacleto Hernández, Felipe Castillo Lucas Olivares, Ubaldo Martínez Aparicio, Miguel Ramírez, Candelario Vargas, entre otros.
El comité particular ejecutivo, representación de los peticionarios, se constituyó, el 19 de julio siguiente dirigido por: Liborio Ichante, Silvestre Reyes y Víctor Ichante, presidente, secretario y vocal, respectivamente, instalándose el 19 de julio siguiente. Los que no sabían escribir estamparon su huella o encomendaron a una persona que firmara por ellos “a ruego y encargo”, mediante una pequeña dádiva, ya que el letrado dijo que con ese escrito les iban a dar tierras regaladas por el gobierno. Así que rezongando pero todos cooperaron.
Argumentaban que algunos de ellos trabajaban terrenos de la hacienda de San Migue Mecatepec del otro lado del río Cazones, municipio de Tihuatlán, mediante el pago de 20 pesos anuales por hectárea a los propietarios que radicaban en otras ciudades, y esos terrenos los tenían abandonados. Por eso los consideraban afectables, y señalaban otras tierras de vega cercanas al caudaloso río.
El censo bajo la responsabilidad del señor Clemente Reyes, empleado del ayuntamiento, arrojó: 145 jefes de familia además de 30 jóvenes mayores de 21 años.
En primera instancia, la Comisión Agraria Mixta dictaminó positivo el expediente, el 26 de mayo de 1925. Dos funcionarios de la Comisión que estuvieron pendientes del trámite y atendieron con gentileza a los humildes campesinos fueron el Ing. Filiberto Cervantes y el C. Luis Gámez. Aun así, tuvieron que pasar los largos años de incertidumbre y zozobra.
El resolutivo dice: “Se dota como ejido a la congregación de Poza de Cuero y a la ranchería de Poza Rica, del municipio de Coatzintla, ex cantón de Papantla, con una extensión de 790 hectáreas que se tomarán de la hacienda de “San Miguel Mecatepec”, propiedad de la señora Luz Patiño viuda de De la Fuente, más 80 hectáreas del predio “Santa Isabel” propiedad del señor Fernando Ramos y compañía, tierras que disfrutarán los vecinos en común mientras no se reglamente el artículo 11 de la ley del 6 de enero de 1915”. La compañía afectada se había constituido el 3 de junio de 1902, protegida por el porfiriato.
El mandamiento del gobernador del estado de fecha 12 de junio de 1925, ratificó en todas sus partes el Dictamen, habiéndose ejecutado y deslindado. A pesar de la pachorra, el trámite marchaba bien.
El 28 de diciembre de 1929, después de siete años de vueltas, luchas y sobresaltos (porque la justicia agraria es lenta, y ojalá fuera manca para que no pudiera recibir sobornos), cuando el presidente provisional Emilio Portes Gil y el secretario de Agricultura y Fomento, Marte R. Gómez, firmaron el Decreto de Dotación de Ejido beneficiando a los campesinos de Poza de Cuero, que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 21 de enero de 1930, los campiranos se emborracharon de gusto.
En este tramo, fueron agentes municipales: Santiago García, José Rangel, Raymundo Ichante, Román Chávez, Benito Ichante (que construyó el kiosco), Simón Patiño (médico empírico), Ruperto Rivera y Palemón Vázquez, que sería vocal del Consejo Municipal en 1951.
Adalberto Tejeda era gobernador de Veracruz por segunda vez cuando se concluyó el expediente. Fue un vigoroso protector de campesinos, los hechos lo constatan y los rumores también.
Se cuenta que los pobladores de un punto recóndito del estado se quejaron de las tropelías, ofensas y vejaciones que les causaba un caciquillo prepotente y fueron a pedir ayuda al gobernador, para resolver el embrollo. El gobernador les preguntó ¿cuántos son los afectados? Seis, le respondieron. Tomó el teléfono y le dijo al jefe de Seguridad Pública: “Ahí te mando a unos amigos míos, dales seis carabinas para que resuelvan un problemita que tienen en su pueblo”. Eso dicen del originario de Chicontepec.
Las 870 hectáreas de terrenos ejidales fue una señal de justicia social para los agraristas. Se delimitó la parcela escolar y el campo deportivo donde ejidatarios y jóvenes practicaba béisbol, que fue conocido como campo El Chote, unos dicen que porque había ahí una mata de chote, donde las señoras acostumbran tender ropa al sol. Otros que porque a Silvano Ichante, que en ese sitio tenía su casa así le apodaban. Nombre que persiste hasta la fecha.
Esas 870 hectáreas de terrenos ejidales marcaron el inicio de una etapa de consolidación socio-económica para los “agraristas y sus familias”.
Andando el tiempo los terrenos ejidales fueron afectados por distintas causas y otros fueron desincorporados para la instalación del Conalep, el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica, la ciudad deportiva, el casino de la AMITEEP, etc.
Lo cierto es que los ejidatarios de Poza de Cuero cumplieron sembrando y cosechando alimentos: maíz, frijol, calabaza, chile, plátano, café, tabaco, y comercializando sus productos. La prosperidad repuntó con un nuevo sol, la jornada prosiguió con esfuerzo redoblado pero ahora con seguridad en la tierra y esperanza en el corazón.
Poza Rica, Ver.- Cuatro hombres y un perrito estuvieron a punto de ahogarse y afortunadamente fueron sacados por rescatistas de la Cruz Roja Mexicana, la tarde de este miércoles en la colonia Las Granjas parte baja.
Todo inició cuando un señor en compañía del animalito salió a muy temprana hora de su domicilio para ir a la milpa a trabajar, como lo hace todos los días, sin embargo a su regreso ya el río estaba crecido y no podía pasar por lo que pidió ayuda a sus familiares.
En cuestión de minutos 3 jóvenes valientes trataron de salvar a su vecino para que no lo fuera a arrastrar la corriente, por lo que se aventaron sin pensar que el río llevaba mucha fuerza.
Al ver que eran jalados de inmediato solicitaron apoyo al 911 y los técnicos en urgencias médicas llegaron con el equipo necesario, colocaron cuerdas para asegurarse bien y comenzaron las labores de rescate, mientras que familiares y vecinos ayudaban, otros oraban.
Finalmente pudieron llevarlos a tierra firme y posteriormente llegaron elementos de Protección Civil. Afortunadamente todo quedó en un susto, explicando que algo similar sucedió hace más de 3 años, cuando otras personas quedaron atrapadas por la crecida del río, y también fueron los rescatistas de la benemérita institución quienes los ayudaron.
Poza Rica, Ver.- Explosiones derivadas de la inacción de las autoridades correspondientes para hacer que se cumpla el reglamento de Sanidad Municipal, podrían presentarse en cualquier momento en la ciudad.
Aunque desde casi 12 años se establece en el mismo que está prohibido el uso de tanques de gas en la vía pública, son prácticamente nulas las acciones que se emprenden y rinden resultado para evitar que se sigan utilizando.
Ya sea en la zona centro o en colonias periféricas, la presencia de taquerías, carnicerías, antojerías, carritos de hot dogs y otros alimentos que se valen de estos para su preparación en la vía pública, forma parte de la cotidianidad, aun cuando en dicho documento se precisa que no está permitido por ningún motivo.
“Queda estrictamente prohibido el uso de pailas, parrillas, tanques de gas, asaderos, rosticeros, mesas y cualquier otro elemento que sirva para la elaboración de alimentos utilizando la vía pública”, se estipula en el reglamento existente desde julio del año 2009.
No acatar esta disposición asentada en el artículo 13, continúa, amerita una multa que va de 10 a 500 salarios mínimos, según el giro y el tamaño del establecimiento. Empero, a quienes venden esquites, hamburguesas, gorditas de nata, papas fritas, plátanos fritos y churros en las banquetas, por mencionar algunos, lo hacen sin mayor reparo y sin ser molestados.
Por Andrea Galicia
Gráfica Ademir Lozano Neri
Poza Rica, Ver.- El candidato de Redes Sociales Progresistas (RSP) a la alcaldía de Poza Rica, César Ulises Rivera Garza, mejor conocido como El Lobo, promete convertir a la ciudad petrolera en un detonante económico por medio de inversión e impulso al turismo.
César Ulises busca gobernar Poza Rica porque es la ciudad en la que nació, donde vive, tiene su empresa y a su familia.
El candidato recorrió la colonia Santa Emilia, donde se percató de las carencias que padecen los habitantes de la calle Linda Vista y les garantizó que remediará los daños que han dejado líderes que no han visto por el bien de los pozarricenses.
“Fuimos la capital del petróleo y no deberíamos padecer las necesidades que tenemos como la falta de agua, calles sin pavimentar, drenajes colapsados, colonias en latente riesgo de inundación y muchas carencias más que abundan, las cuales bien pudieron prevenirse si nuestros representantes hubieran sabido guiar a este gran municipio como lo es Poza Rica”, refirió.
Por su parte, los vecinos mencionaron que siempre son olvidados por mandatarios que no cumplen sus promesas de campaña, como en el caso de la calle Linda Vista, donde sufren por falta de pavimentación.
Los adultos mayores argumentaron que siempre han soñado con ver su calle bonita y pavimentada, pues las lluvias ocasionan que se encharque el agua y se les dificulte caminar por el sitio.
De la misma manera, habitantes de la colonia Petrolera ofrecieron el apoyo total al candidato, donde los petroleros jubilados reconocieron su actitud solidaria y deseo por ver prosperar a Poza Rica.