20 azufreras, negocios que producen cáncer 

Cazones, Ver.- Casos de leucemia, cáncer de pulmón, bronquitis, neumonía y enfermedades diversas han sido originados por el negocio de las azufreras establecidas en comunidades de este municipio para blanquear la hoja de maíz; la presente investigación hecha por este medio reveló que el grave problema parece no inmutar a personal de la Jurisdicción Sanitaria número tres con sede en Poza Rica, indudablemente la situación es grave.

Maura Asencio Hernández, habitante de la comunidad Cabellal 2, es testigo fiel del problema, pues su hijo es una de las víctimas, tan es así que lo ha tenido que internar seis veces en lo que va del 2018 en el hospital regional de Poza Rica; los médicos le han indicado que el padecimiento es derivado de la ingesta de químicos como el azufre y el amoniaco, que bien podrían causar la muerte de una persona.

Una vivienda cercada con palos y con techo de lámina de cartón la pone en desventaja, ya que es demasiado fácil que el olor penetre, incluso si están al interior de la casa; Maura y su esposo Juan han enfrentado a los dueños del terreno donde llevan a cabo el proceso del blanqueamiento de la hoja de maíz, pero sólo han sido amenazados.

Diariamente a Cazones llegan cientos de kilos de hoja de maíz provenientes de otros municipios; aseguran que una sola familia es la que se ha enriquecido con este jugoso negocio, y de paso ha perjudicado la salud de cazoneños, dicen es la familia Tovar, que hace aproximadamente 10 años llegó a la comunidad para acaparar las cosechas y venderlas en el norte del país, e incluso en el mercado extranjero. Esto ha traído como consecuencia afectaciones en la salud de personas de la tercera edad y en niños, principalmente.

Quienes trabajan en las llamadas azufreras no usan ningún tipo de equipo para protegerse de dichos químicos, lo hacen a lo valiente, como ellos dicen, mucho menos cuentan con asistencia médica en caso de enfermarse, sólo emplean gente joven, pues son menos propensos a enfermarse.

Tras arribar a las comunidades donde se han registrado enfermedades por la ingesta de ácido muriático, amoniaco y azufre, Vanguardia Veracruz pudo constatar que las cantidades de hoja procesada son inmensas.

La actividad parece sencilla y como cualquier otra, pero en realidad está mermando la calidad de vida de decenas de personas, ya que operan al menos 20 hornos en el municipio de Cazones, esto en las comunidades de Limón Chiquito, Plan de Limón, Cruz Blanca Uno, Cruz Blanca Dos, Cabellal 3 y Cabellal 2, esta última población es donde vive Maura, quien declaró que nadie se ha preocupado por sancionar a los operadores de estos negocios contaminantes; en las comunidades que se mencionan se llegan a concentrar toneladas de hoja de maíz utilizadas para envolver tamales y cuyo costo es elevado en mercados internacionales. Tan sólo en varios estados del norte del país el precio del kilogramo de hoja de maíz supera fácilmente los 150 pesos, pero el costo de adquisición a un productor oscila entre los 18 y 20 pesos como máximo.

EL PROCESO

Cuando ya cuentan con pacas de hoja listas los trabajadores mezclan en grandes recipientes los químicos para después revolver hasta disolverlos; posteriormente sumergen los rollos de hoja, hay que colgarlas para que después de unas horas las hojas estén secas; eso no es todo, pues aún es necesario sumergirlas en otro recipiente que les dará mayor blancura y mejor presentación en el mercado. Parecen muy naturales, pero ya no lo son.

Entre un terreno donde se procesa la hoja y la escuela primaria “Nicolás Bravo” está la humilde casa donde habitan Maura y su esposo. Incluso asegura que los docentes de la escuela en ocasiones tienen que sacar a los niños y llevarlos a otros sitios para mitigar el olor; el personal del centro de salud de la cabecera de Cazones advirtió a los dueños del terreno que era necesario desmantelar el taller por afectar la salud de un niño de apenas un año de edad, pero se hizo caso omiso y tampoco regresaron los representantes de la Secretaría de Salud.

Los propietarios de los predios donde están establecidas las llamadas azufreras no son precisamente los dueños de los mismos, más bien, sólo se busca su consentimiento para instalar los talleres que año con año van expandiendo.

¿Y LAS AUTORIDADES SANITARIAS?  

Es curioso ver que ni siquiera son molestados por personal de la Cofepris (Riesgos Sanitarios) de la Secretaría de Salud, a pesar de representar un grave problema para la población.

Por su parte, la señora Concha Hernández dice presentó denuncia por escrito ante la Jurisdicción Sanitaria No. III por tanto enfermo, y muerte de niños y ancianos, pero decidió no hacerlo más por temor a las represalias.

Asegura Concha Hernández que se ha visto a los señores de la Jurisdicción Sanitaria visitando los hornos, pero no los clausuran. Ojalá desde Xalapa se pueda hacer algo para frenar la impunidad y evitar haya más enfermos y muertes por esa causa.

Quizá los más grave es que al salir al mercado la hojas no cuentan con una leyenda que indique a los consumidores lavar con agua y jabón, o quizá hervirlas por el proceso al que fue sometido el producto, pues en el entendido de que son naturales las amas de casa enrollan sin tomar precauciones. Por eso la próxima vez que envuelva alimentos en hoja de maíz tome sus precauciones.

Por Clemente Hernández Reyes

Gráficas Ademir Loza Neri