Hasta ser sorprendido afuera de casa es un delito para los uniformados

Poza Rica, Ver.- Los hombres con playeras verdes y pantalón azul se han convertido en el terror de ciudadanos; nadie puede ser sorprendido afuera de su vivienda conviviendo con amigos, mucho menos con alguna cerveza, pues eso ya amerita para los policías una detención y en cuestión de minutos ya están en la preventiva.

Fuentes cercanas a la SSP indican que el problema radica en que los elementos tienen la encomienda de llenar las celdas para recaudar dinero; gran parte de ese recurso no es ingresado a las arcas del estado, es así como justamente donde los mandos y encargados del departamento jurídico amasan fortuna.

Han adquirido poder por pasearse en patrullas con vidrios polarizados, y por si fuera poco, cifras de la Comisión Estatal de Derechos Humanos revelan que policías de Fuerza Civil encabezan denuncias por abusos de autoridad, pero son mínimas las sanciones que las autoridades han aplicado hasta el momento.

Y es que el miedo es la principal secuela de la inseguridad, pero ciudadanos opinan que es de los policías de quienes deben cuidarse más por su actitud prepotente. Los levantones o detenciones ilegales son el motivo número uno de las quejas, y por lo mismo, apenas este domingo 12 de agosto en la Fuerza Civil se notó la presencia de personal de asuntos internos para supervisar las instalaciones, justo ese día se acumuló una denuncia más por abuso de autoridad.

SE ASOCIAN CON DUEÑOS DE CORRALONES

No cabe duda que asegurar vehículos abandonados, taxis recuperados o unidades mal estacionadas ha dejado jugosas ganancias al personal de Fuerza Civil, que en contubernio con dueños de corralones han establecido cuotas promedio para liberar esos vehículos.

Tres mil pesos como mínimo entre el arrastre y por tener el auto guardado es la cantidad que cobran sin aplicar descuentos, a pesar de que no siempre los dueños cuentan con esos recursos. Dejar pasar varios días no es buena opción, pues la cantidad aumenta de manera enorme.

Grúas Tauro es la empresa consentida y que ha facilitado la ola de raterías de Fuerza Civil, ya que los trabajadores acuden ante los llamados de policías para asegurar los carros. A estas acciones se suman agentes de Tránsito del estado y Transporte Público, y hacen lo mismo con tal de que el desembolso sea mayor; retienen las unidades y las dejan a disposición.

El negocio de asegurar carros ha crecido de manera desmedida y a todas luces es notable que los mandos de Fuerza Civil permiten a los dueños de corralones sacar el mayor provecho de las unidades aseguradas, esto a pesar del anuncio que hiciera hace algunos meses el gobernador del estado, donde aseguró que desaparecerían los corralones, ya que sólo servían para quitar dinero a la ciudadanía. Si ese punto ha sido cumplido en otras partes del estado, al menos no en Poza Rica.

Por Clemente Hernández Reyes