Veracruz, Ver.- La coordinadora estatal de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Ana María Bernal, reconoció que del 2018 a la fecha el sector inmobiliario arrastra un desplome en sus operaciones de compra-venta y arrendamientos por la violencia que impera en la zona sur.

“En la zona de Coatzacoalcos las personas que pueden mandan a sus hijos a que estudien fuera, en el puerto de Veracruz o en Puebla, es una tristeza porque están saliendo del estado”, declaró.

Señaló que la zona más afectada ha sido la de Coatzacoalcos, en donde la inseguridad ha registrado un recrudecimiento en los últimos meses, para alcanzar su punto más álgido con el atentado en el bar El Caballo Blanco, donde murieron 30 personas.

“En esa región las operaciones han caído entre 40 y 50 por ciento en el último año, sin que hasta ahora existan síntomas de una mejoría en el corto o mediano plazo”, señaló.

En ese sentido, la representante de los empresarios aseveró que las políticas de combate al crimen por parte del gobierno federal y las administraciones estatales no han funcionado.

Y aunque en menor medida, la entrevistada admitió que en otros puntos del estado de Veracruz se ha repetido las afectaciones económicas para el sector inmobiliario, ya que existe una mala percepción hacia el exterior.

“Definitivamente está retraído el mercado, no puedo decir que hacer, pero siempre se mantenía en un término medio y con ese tipo de noticias que escuchan más, porque dicen que para qué vienen a invertir a Veracruz, lo que nos queda es esperar lo que venga con el nuevo puerto”, aseguró.

Y aunque no pudo precisar cuál sería la estrategia o política que debe de implementarse, insistió en que es claro que lo que actualmente se está haciendo no genera ningún tipo de cambio favorable.

“Definitivamente aquí lo de besos y abrazos no está funcionando, aquí lo que hace falta es que la autoridad sea más rígida, porque hasta los empresarios somos vulnerables, somos muy vulnerables ante este tipo de eventos, porque son reales”, puntualizó.

Ana María Bernal aseveró que, de momento, lo que queda es que el empresariado y la sociedad civil organizada trabajen para evitar la debacle total de la economía, derivado de los hechos de violencia.

En el caso de la ciudad de Veracruz, se tiene “esperanza” en que la obra de ampliación del puerto de Veracruz pueda ser una solución a los problemas y se permita la reactivación.

Sin embargo, a la par de las acciones de combate al crimen es necesario implementar alguna medida para mejorar la imagen de Veracruz en otros estados y países, a fin de atraer a los inversionistas.

Andrés Salomón