Ciudad de México.- Desde que comenzó el gobierno de la Cuarta Transformación, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, su principal lema ha sido “primero los pobres”, incluso desde que estuvo en campaña electoral. Sin embargo, algunos datos contradicen esto.

Un ejemplo es Liconsa, una compañía paraestatal del gobierno mexicano dependiente de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que en 2019 dejó fuera del reparto de leche subsidiada a más de 478 mil mexicanos en situación de pobreza, incrementó 150 % el precio del litro a los más pobres y eliminó de su lista prioritaria de abasto a 67 de los municipios con mayor marginación del país que recibían el lácteo a tarifa preferencial, refirió el portal Mexicanos contra la corrupción y la impunidad (MCCI).

Se ha atendido con leche subsidiada a 5 millones 871 mil 236 personas en condición de pobreza al cierre del ejercicio 2019, detalló la auditoría realizada por el Órgano Interno de Control de la propia Liconsa a inicios de este 2020, sin embargo, la meta es alcanzar los 6 millones 350 mil beneficiarios, cobertura lograda un año antes, el último de Peña Nieto. Es decir, se dejó sin leche a más de 478 mil mexicanos.

En este sentido, el alcance de beneficiarios que se alcanzó el año pasado fue el más bajo en una década, pues en 2010 fueron más de 6 millones las personas que recibieron el lácteo y en 2013 llegó a un récord de 6 millones 490 mil, según cifras auditadas y validadas por la Auditoría Superior de la Federación.

Para el 2019 se tenía planeado abastecer con leche a precio subsidiado a 3 millones 829 mil mujeres, pero el objetivo no se logró, ya que sólo se atendió a 3 millones 466 mil, dejando de lado a 363 mil beneficiarios, esto de acuerdo a las cifras de la auditoría interna efectuada a la Dirección de Operaciones de Liconsa, las cuales puedes consultar dando clic aquí.

La revisión refiere que tan solo en 12 centros de distribución del país se recortó el padrón a 983 mil personas que antes recibían leche y, en contraste, se dio de alta a otras 756 mil.

Esto significó la pérdida -tan sólo en esos 12 estados- de 227 mil beneficiarios del padrón de cobertura, detalló la nota especial de MCCI.

De acuerdo con la política de Liconsa, las bajas que se realicen en la plantilla se deben compensar con la alta de otras familias en pobreza, algo que no sucedió y se dijo que quitar a algunos beneficiados era un procedimiento para depurar y actualizar el padrón, con lo que reducen el riesgo de malas prácticas o irregularidades.

Un reporte por parte de Blanca Leticia Ocampo, titular del órgano interno de control de Liconsa, se realizó el 20 de marzo de este año; el oficio estaba dirigido al director de Operaciones, Bernardo Fernández Sánchez, y en él se le reportó las inconsistencias detectadas en el uso de las tarjetas de beneficiarios y en los indicadores del programa de abasto de leche subsidiada.

“Posteriormente, en un oficio enviado el 8 de junio de 2020 al mismo órgano interno, la subdirectora del Padrón de Beneficiarios de Liconsa, Olivia García, aseguró que se habían aplicado medidas para corregir las fallas detectadas por la auditoría y cumplir con la meta de cobertura. Como parte de esas acciones se programaron visitas de supervisión a cada centro de Liconsa, pero éstas tuvieron que ser suspendidas por la pandemia del COVID-19”, informó el portal.

Tras detectar las irregularidades, René Gavira, director de Finanzas, decidió renunciar a su cargo.

Gavira era el responsable de asignar presupuesto para la adquisición y el reparto de la leche.

Aumentan precios a los más pobres

Además de las bajas en las plantillas de beneficiarios, se decidió incrementar el precio de la leche de 1 peso a 2.50 pesos en los municipios con mayor marginación y pobreza del país; dicha medida fue tomada a mediados de 2019 por el mismo Consejo de Administración de Liconsa.

El litro del lácteo subió a partir de julio de 2019, lo que representó un incremento de 150 %.

Aunado a esto, al Consejo le pareció buena idea recortar el padrón de municipios beneficiados pasando de 616 a 549, donde se vende la leche con el nuevo precio, o sea, 2.50 pesos.

Es decir, se dejó fuera a 67 municipios con elevada marginación, que equivale al 10% del padrón anterior. Entre las localidades que quedaron fuera están Atarjea, Guanajuato; Calakmul, en Campeche; Tamazula y Topia, en Durango; Carácuaro, Chinicuila y Churintzio, en Michoacán y Pinal de Amoles, en Querétaro.

Puedes consultar los documentos sobre el aumento de precio de la leche Liconsa aquí.

La empresa dispersora del lácteo justificó el aumento del costo debido a que la tarifa de un peso por litro la había establecido la anterior administración federal de manera arbitraria, sin sustento, basada en una prueba piloto inicial en 150 municipios en 2016, que luego se extendió paulatinamente a más localidades hasta sumar 616 en 2018.

Por si fuera poco, ahora se sufre de escasez de distribución en más de mil litros diarios de leche, lo que perjudicó a los beneficiarios lechería del Barrio Jugueteros, en Chimalhuacán, Estado de México.

De igual forma se ha reportado un rezago en la repartición de tarjetas y los auditores encargados concluyeron que el incumplimiento en las metas establecidas para 2019 en el programa de abasto social de leche se debió al “desapego a la normatividad en los procedimientos que desarrollan los centros de trabajo y debilidad en la supervisión por parte de la Dirección de Operaciones”.

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