Ciudad de México.- No está descartada una amnistía fiscal al inicio de sexenio, señaló Arturo Herrera, designado como próximo subsecretario de Hacienda y Crédito Público, durante el seminario El Futuro del Financiamiento de la Infraestructura en México organizado por Moody’s.

Explicó que, para aumentar la recaudación, el SAT tiene un sinnúmero de instrumentos para acercarse a  los acercamientos a contribuyentes incluyendo las amnistías.

El futuro subsecretario agregó que el fortalecimiento de las finanzas públicas y de sus ingresos presupuestarios plantea un reto para la recaudación y para aumentar el nivel de ingresos tributarios como porcentaje de Producto Interno Bruto (PIB), el cual actualmente se sitúa en 12 por ciento del Producto.

Finalmente, apuntó que en la elaboración del Presupuesto 2019 serán responsables y cuidarán la estabilidad de las finanzas públicas, por lo que el compromiso es no aumentar el nivel de deuda pública del país y fijar un techo de endeudamiento.

Herrera subrayó que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no subir impuestos y la forma en que eso se tiene que leer es que la estructura tributaria no va a cambiar.

Eso quiere decir -añadió- que no habrá incrementos en las tasas de impuestos ni tampoco reducciones, aunque este escenario se prevé sea para la primera parte del sexenio.

El futuro subsecretario de Hacienda indicó que ante la ausencia de modificaciones en la estructura de impuestos, en los primeros años del gobierno de López Obrador el aumento de ingresos presupuestarios provendrán de la recaudación del SAT.

“El presidente ha sido claro en lo que quiere hacer, no quiere cambiar la estructura tributaria, esto quiere decir que no va a haber aumento de tasas. Lo otro que quiere decir es que la responsabilidad de aumentar la recaudación en los primeros años va a estar en el SAT, que va a tener que ver con temas de eficiencia en la administración”, aseguró.

Dijo que México tiene un nivel de ingresos tributarios similar a Guatemala o Haití, con la diferencia de que nuestro país tiene ingresos por la vía del petróleo, aunque esta condición al mismo tiempo implica riesgos.

“Lo que nos hace diferente de países como Guatemala o Haití es el petróleo que, aunque es un privilegio, plantea una serie de riesgos importantes, si la plataforma se cae como se está cayendo en los últimos años nos plantea un reto brutal para las finanzas públicas y si cae el precio del petróleo cambia nos plantea un nivel de estrés importante”, sostuvo.

En ese sentido, dijo que 2018 se prevé que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) termine en 45 por ciento del PIB, ese nivel será para le gobierno de López Obrador el techo de endeudamiento que busca ‘estabilizar’ la relación deuda-PIB.

Afirmó que el próximo Gobierno respetará la autonomía del Banco de México (Banxico), “habrá un respeto irrestricto al banco central y habrá una relación cordial y de respeto”, asimismo, mencionó que la inversión pública en México como porcentaje del PIB se encuentra por debajo de la media de América Latina que es de 3 por ciento.