Pánuco, Ver.- Vilo, incertidumbre, molestia e indignación es la que prevalece entre los habitantes de las comunidades Chuncá y Úrsulo Galván.

Esto al darse a conocer que presuntas obras para sus comunidades, están registradas como entregadas ante el Orfis, cuando se trata en el caso de la primera comunidad de una obra “fantasma”, ya que un domo de usos múltiples nunca se construyó y en el segundo caso, un techado está inconcluso y que apenas lo dejaron en obra negra.

Sin lugar a dudas estas obras “fantasmales” o “virtuales”,  ponen en el “ojo del huracán” al gobierno del alcalde Fernando Molina Hernández, al hacerse formal la existencia de datos asentados en el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (Orfis) en donde se refiere en la comunidad de Chuncá durante el ejercicio fiscal 2020, y se realizó la construcción de un domo comunitario.

Pero ésta no existe, pues es una obra que nunca se construyó, y que sin duda fue un motivo de engaño y burla para los habitantes de esta pequeña comunidad, que tenía varios años solicitándola y tristemente fueron los últimos en enterarse de que la obra estaba reportada como entregada.

A fin de constatar de forma directa el engaño que pone al descubierto un grave caso de corrupción y desvío de recursos, se visitó el citado poblado en donde se confirmó que tal obra no existe, que todo fue un vil engaño.

Con ello se desconoce el paradero de recursos del orden de 1 millón 200 mil pesos que no fueron aplicados. La pregunta entonces es, ¿dónde se encuentra el dinero?

El otro caso es el del techado estructural que presuntamente está reportado como concluido y entregado en la comunidad Úrsulo Galván, esto con el mismo costo de inversión de la galera de Chuncá, es decir por 1 millón 200 mil pesos.

Sin embargo, el techado apenas se encuentra en obra negra, está inconcluso desde hace tiempo, y los residentes desconocían totalmente que éste ya estaba reportado como terminado, y esperaban que fuera concluido.

Los vecinos de estos sectores puntualizaron que en su momento se hicieron las mediciones, se anunció la construcción de las obras, tras haber sido solicitadas pero nunca imaginaron este panorama.

Por esta razón corresponderá a Fernando Molina Hernández, responder ante las dependencias estatales, lo que en breve podría derivar en una auditoría general a su administración.

Por Francisco Díaz