Ciudad de México.- Aunque aún no empieza la obra para habilitar la base militar en Santa Lucía como un aeropuerto civil, el costo original de la obra (70 mil 342 millones de pesos) ha incrementado un 11.7 por ciento (78 mil 557 millones de pesos) debido a que el Plan Maestro diseñado por el ingeniero José Mario Riobóo no contempló un cerro y un manto acuífero sobreexplotado, aunque esto fue negado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con un informe publicado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el estudio de impacto ambiental reveló que el Cerro de Paula obligará al gobierno a adquirir terrenos ubicados allí debido a que su elevación obstruiría la localización de la pista sur, por lo que será necesario desembolsar tres mil 30 millones de pesos más.

“Uno de los principales problemas detectados en la planeación para la ubicación de las pistas lo constituye la presencia del Cerro de Paula, cuya elevación máxima es de 2,625 metros sobre el nivel del mar, para la ubicación de la pista sur. Por tal razón, se estableció de común acuerdo entre las partes involucradas que dicha pista se considerara exclusivamente para uso militar”, explica Manifestación de impacto ambiental modalidad regional, del Proyecto “construcción de un aeropuerto mixto civil/militar con capacidad internacional en la base aérea militar No. 1”.

A esto se suma que pobladores que viven en las inmediaciones se verán perjudicados por un manto acuífero que está sobreexplotado, del cual se extraen 750 mil litros al día, según  ha contabilizado la misma Comisión Nacional del Agua (Conagua). De aquí se abastecen Hidalgo, el Estado de México y la capital del país.

“Estos acuíferos abastecen a una población considerable y muy probablemente se puedan ver afectados o ya se encuentren afectados por las extracciones o la sobreexplotación de los mantos acuíferos”, puntualiza el informe firmado por el capitán Robinson Ismael Ramírez González, Encargado de los Estudios Ambientales del Proyecto, así como por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Los 7 factores que se consideraron más importantes están relacionados con el impacto urbano, el factor ambiental, el análisis de la infraestructura requerida (agua, energía, comunicaciones y vialidades) el desarrollo por etapas del Complejo terminal, así como la reubicación de las instalaciones militares y el obstáculo natural que representa la presencia del Cerro de Paula”, concluye el documento.

Esta mañana, el presidente López Obrador fue cuestionado al respecto y negó que el Cerro de Paula haya sido omitido en el proyecto original y que no habrá problemas de abastecimiento de agua, a pesar de que el estudio de impacto ambiental cifra en seis millones de litros que diariamente se tienen que sacar del manto sobreexplotado.

“No vamos a tener problema de falta de agua (en Santa Lucía) y vamos bien y estamos acostumbrados a enfrentar obstáculos y a resolver problemas”, aseguró el mandatario en la conferencia de prensa de este miércoles y anticipó que la próxima semana se presentará el proyecto en el que se ahorrarán, por lo menos, 100 mil millones de pesos y que resolverá el problema de la saturación del aeropuerto en tres años.