Pánuco, Ver.- La doctora Rosa Iscela Neri Nanni, subjefa de la Jurisdicción Sanitaria 1, una vez más fue denunciada por acosar sexualmente a las trabajadoras del hospital de Pánuco y el de Tantoyuca, donde ha emprendido una serie de hostigamientos sexuales a doctoras y enfermeras. Una de sus principales cómplices es Rocío Ruiz Reyes, jefa de Departamento de Gestión y Control de Recursos de la Jurisdicción.

Este medio recibió el testimonio de personas que se dicen hartas del abuso de poder que ejerce Neri Nanni, quien actúa y aprovecha la pasividad del jefe de la jurisdicción, el doctor Daniel del Ángel López, al que señalan de solapar estas denigrantes acciones de la subjefa.

Según la denuncia, los trabajadores exigen la pronta intervención de la Secretaría de Salud, Derechos Humanos o la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres por el acoso sexual que padecen a manos de la depravada galena.

Aseguran que quienes no acceden a complacer a Rosa Iscela Neri Nanni son obligados a renunciar o humillados; lo mismo pasa con el personal de la Jurisdicción Sanitaria y los centros de salud y hospitales en Tantoyuca y Pánuco, donde ya hasta le temen porque gusta de mandar fotografías obscenas con tal de convencer a quienes acosa.

Estos señalamientos no son nuevos. En junio de 2019, varios trabajadores a través de documentos aseguraron en varios medios que Neri Nanni los acosaba de manera laboral y en el caso de las mujeres, las hostigaba sexualmente, sobre todo a las más jóvenes.

Otra de las quejas evidenciadas en ese mes fue que los trabajadores de unidades médicas son obligados a maquillar expedientes para pasar acreditaciones y con ello acceder a recursos federales y del estado.

Aunque pocos la conocen, Neri Nanni ha fungido como directora del Centro de Salud Rural El Palmar, enclavado en el municipio de Tihuatlán, de donde se sabe salió por piernas al ser acusada de la muerte de una mujer, a quien le recetó un medicamento equivocado; su personal tampoco la aguantó tanto, pues la señalaban de lo mismo las enfermeras que tenía a su cargo; desde ese momento fue concentrada en la Jurisdicción Sanitaria de Poza Rica y ayudada por Meinardo Maldonado Méndez, quien se dice, por medio del SNTSA Sección 26 la colocó en el puesto que hoy ocupa.

Lo más lamentable es que la doctora Rosa Iscela trata y humilla a los pacientes indígenas que acuden a solicitar atención médica, motivo por el cual es urgente que se tomen cartas en el asunto, ya que el problema es demasiado grave.