El delegado de Transporte Público, Enrique Lira Escobar, permitía trabajar a taxistas a cambio de cuotas; al no recibirlas aplicaba reglamento

Poza Rica, Ver.- Aunque trinaban de coraje los taxistas no les quedó de otra más que aceptar que engancharan sus autos y se los llevaran por instrucciones del personal de Tránsito y Transporte, quien encabezó el operativo para la detención de quienes no cuentan con el empadronamiento, placas, seguro o cualquier otro documento; de lo que se trataba era de retener y levantar la unidad para llevarla al corralón y que se sumen a las más de seis mil que ya han sido aseguradas en la entidad, lo que ha generado multitud de quejas por abuso de autoridad.

Algunos taxistas señalaron que si bien es cierto que por diversas circunstancias no obtuvieron su documentación, también es cierto que tanto Tránsito como Transporte Público, este último a cargo Enrique Lira Escobar, les pedían cuotas y por la necesidad de trabajar, porque también tienen que llevar sustento a sus hogares, aceptaron y se hacían que no los veían, pero ahora que ya no se puede ante la dura crisis, donde apenas hay pasaje, no quisieron seguir aportando ese dinero y ahora sí les aplican el reglamento.

Agentes de la delegación de Transporte Público del Estado, apoyados por elementos de la Fuerza Civil y grúas particulares, montaron el operativo y empezaron con la detención de autos de alquiler.

Desde las 13:30 horas se instalaron sobre el bulevar Jesús González Ortega, donde empezaron a cazar las unidades; más tarde se pasaron a la altura del cementerio de la Santísima Trinidad, en los límites de Poza Rica.

Transporte Público se dedica a detener e infraccionar a quienes no tengan algún documento en regla o detalles en los vehículos, procediendo a su arrastre a los corralones, donde los propietarios de las unidades tendrán que solventar el pago a particulares sin ningún beneficio claro a las finanzas públicas.

Algunas de las unidades fueron detenidas con el pretexto de portar mallas o polarizados; sin embargo, las unidades patrulla de la Fuerza Civil también cuentan con este tipo de aditamentos, violentando así el reglamento, incluso hasta sin placas.

Mostrando solidaridad con sus compañeros, algunos taxistas se comunicaban entre sí para alertarse del operativo y evitar ser sorprendidos.

Otros más lamentaron el hecho de que la autoridad proceda de esta manera cuando fueron ellos mismos quienes propiciaron este caos en el transporte público al otorgar cientos de concesiones, además de que les permitían trabajar de esa manera.

Poza Rica actualmente cuenta con más de cuatro mil taxis circulando, pese a los reemplacamientos y empadronamientos.