Pueblo Viejo, Ver.- En estos días de los santos difuntos, sin lugar a dudas una de las tumbas que más llama la atención, y que nos recuerda la fragilidad humana es la del oriundo de esta localidad, Irineo Tristán Montoya.

Los restos de Irineo Tristán actualmente descansan en el panteón municipal de Pueblo Viejo Purísima Concepción.

Lo que más llama la atención en torno al deceso de este hombre, fue que purgaba una condena por presunto homicidio en la Unión Americana; los jueces de aquel país norteamericano lo hallaron culpable, y la pena fue la ejecución vía inyección letal.

Fue un 18 de junio pero de 1997, cuando el oriundo de este municipio fue ejecutado en los Estados Unidos, contando con apenas 30 años.

La llegada de sus restos a Cd. Cuauhtémoc fue un verdadero acontecimiento que consternó a propios y extraños.

Su sepultura atrajo no sólo a medios locales, regionales, sino que también a nacionales e incluso extranjeros.

Irineo Tristán residía en la congregación Anáhuac, y justo el día de su sepultura, se formó un espectacular tumulto de gente.

El recorrido de la Anáhuac hasta el camposanto municipal fue poco más que espectacular; ya que la reunión masiva de acompañantes era muy abundante, así como también la interminable fila de unidades motrices, que prácticamente tomaron los principales accesos a este municipio.

Ya en el panteón Purísima Concepción estuvo abarrotado de gente para darle el último adiós, a quien un día salió de esta localidad en busca del denominado Sueño Americano, pero por azares del destino y esos avatares en contra, lamentablemente su vida se vio cortada de un tajo, ya que por violentar la ley en los Estados Unidos, tuvo que purgar una condena que le costó la vida.

Cabe destacar que la ejecución de Irineo Tristán conmocionó tanto a la opinión pública de esta localidad, pues su familia era de lo más reconocida y honorable de la Anáhuac, y máxime que el infortunado había salido con el objetivo de traer recursos, y con ello aumentar la calidad de vida de él y los suyos.

En los anales de la historia de Pueblo Viejo no había un antecedente de alguien que haya vivido tan amarga experiencia, pues es de sobra conocido que muchos pueblovejenses emigran por mejores condiciones y calidad de vida a la aún nación más poderosa del mundo, pero que pasados unos años regresan; a diferencia de Tristán Montoya, que lo hizo pero desafortunadamente regresó dentro de un féretro.

Por Francisco Díaz