Ciudad de México.- Han encontrado 20 mil restos óseos en el rancho “La Gallera”, en Tihuatlán, Veracruz, están esparcidos en 6 hectáreas, aseguró Miguel Trujillo Herrera, integrante de Familiares en Búsqueda “María Herrera” y de la Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos.

Sin embargo, aunque los restos fueron recuperados por la Policía Científica de la Policía Federal a principios de este año, tardarán hasta 10 años en realizarles los perfiles genéticos.

El antecedente

Fue en febrero de este año cuando la Brigada de Nacional de Búsqueda de Desaparecidos en Culiacán, Sinaloa, llamaron a Mario Vergara y a Simón Carranza, para revisar un terreno donde la Fiscalía de Veracruz exhumó 6 cuerpos desmembrados; sólo les dieron 6 horas para revisar 6 hectáreas.

Fueron 15 personas las que trabajaron en la búsqueda de restos óseos y lo que encontraron fue un horno y alrededor cenizas, una vez adentrándose en el rancho, vieron ropas ensangrentadas, vértebras, después un cráneo de niño, y en un terreno de 30 por 30 metros, ubicaron 22 puntos donde hay restos, todos calcinados, y había también una fosa vacía. Por lo que se ve, primero calcinaban los cuerpos en el horno y después los enterraban. Además de placas del Estado de México y de Tamaulipas, que corresponden a camionetas de 2012 y 2013, pero no tienen reporte de robo.

De acuerdo con Miguel Trujillo Herrera, integrante de Familiares en Búsqueda “María Herrera”, preguntó a vigilantes de otros ranchos cercanos, y lo que le dijeron es que eso está desde 2007, fue un dato muy valioso para ellos, porque al parecer ahí podrían estar sus hermanos Gustavo y Luis, desaparecidos en 2010”.

Sin embargo, los hallazgos de “La Gallera” no ilusionan del todo a los Trujillo, pues solo hallaron 2 fosas en Veracruz, en 2016, y una en Sinaloa.

“Como resultado de las 2 brigadas en Veracruz, se rescataron unos 20 mil restos óseos, que fueron recuperados por la Policía Científica de la Policía Federal, y de los que hasta ahora no hay perfiles genéticos. Patricia Trujillo, de la Policía Científica, nos dijo que por lo menos tardaría 10 años en procesar los restos. A ese paso, ¿cuándo vamos a encontrar a mis hermanos, si se rescatan restos de “La Gallera”, donde podrían estar?”, pregunta Miguel.

Por lo pronto, para Juan Carlos, uno de los objetivos de la operación de las brigadas de búsqueda ciudadana se ha cumplido, sobre todo en Veracruz.

“Durante el gobierno de Javier Duarte se trataba de ocultar el problema, y los familiares de las víctimas tenían miedo al “dinosaurio”. Cuando las familias de otros estados han acudido a las acciones de búsqueda, no faltó quién nos dijera que nunca habían increpado al Gobernador como lo hicimos nosotros, que habíamos ´encuerado´ al Gobierno de Veracruz y hasta nos alertaban, porque decían que nos iban a matar”.

Para Trujillo Herrera, un logro más de la Brigada Nacional de Búsqueda en Veracruz es que “desató búsquedas de restos en todo el estado, sin necesidad de que acudan familias de otras entidades, generando acciones iguales o más importantes que las obtenidas el año pasado”.

Al señalar que su red de familiares agrupa a 53 colectivos en todo el país, María Herrera Magdaleno apunta que lo que mueve a las familias a buscar a sus seres queridos, es la constante “simulación” de las autoridades, y el mejor ejemplo, dice, es su caso, con 4 hijos desaparecidos, en 2 entidades distintas.

Convencida de que a las autoridades de cualquier nivel “no les conviene buscar a los desaparecidos, ni vivos, ni muertos, porque representan un alto costo político”, Herrera Magdaleno reconoce que la fortaleza de los familiares de los desaparecidos es que “los colectivos están buscando por todos lados a sus seres queridos, y en un momento dado pueden encontrar a los nuestros”.

María Herrera, conocida por increpar a Felipe Calderón y haber participado al lado de Javier Sicilia en las Caravanas del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), sostiene que las familias de miles de desaparecidos necesitan tener “lo que sea” de sus seres queridos, por lo que exigió al Estado mexicano que “si impidió que a los nuestros se les diera una muerte digna, lo mínimo que pueden hacer, es que nos ayuden a darles una sepultura digna”.