Martínez de la torre
Boleros de Tlapacoyan, en peligro de extinción
Tlapacoyan, Ver.- El oficio de lustrador de calzado, también conocido “bolero” “betunero” o “limpia botas”, adquirió gran popularidad a partir de la década de los años cuarenta, de tal manera que en algunas entidades de la república mexicana, el 14 de marzo de 1945 fue estipulado como el “Día del Bolero” el cual ya es parte de la cultura urbana popular.
Se trata de una actividad remunerativa que ejercen, principalmente hombres, desde jóvenes hasta adultos mayores.
Al bolero, es común verlo ofrecer sus servicios en las calles principales, en mercados, edificios y oficinas públicas, así como en los parques y plazas públicas, como sucede en este municipio donde solo existen cuatro y se ubican en el parque “Luis Escobar Toledano”, quienes viven al día por la crisis económica que trajo consigo la pandemia de COVID-19.
Sus principales clientes son personas de edad avanzada, profesionistas que trabajan en oficinas y empresas donde se les requiere una buena presentación. Desafortunadamente es un oficio que va en decadencia y tiende a desaparecer, debido a que actualmente pocos se interesan por brindarle brillo al calzado, sumado que la mayoría de la ciudadanía opta por usar tenis.
Cándido Ortega Bandala, quien tiene 42 años ejerciendo dicho oficio, es un personaje emblemático y que junto a uno de sus hermanos y dos compañeros más, ofrecen sus servicios en el parque central.
Más que boleros ya son parte del recinto, porque gracias a su trabajo honrado lograron hacerse de una cartera de clientes, a pesar de que en sus comienzos había 27 lustradores de calzado.
En la actualidad, la situación por la que pasan estos hombres afectó incluso a sus familias, pero no solo el COVID vino a golpearlos ya que desde antes padecían la migración e inseguridad, incluso cuando las condiciones climáticas son adversas también les afecta.
Destacaron que antes, realizaban entre 15 y 20 boleadas por día, pero las restricciones por la nueva normalidad que derivaron en el cierre del parque, esto cambió drásticamente. Ahora ya no tienen casi clientela, de ahí la situación que enfrentan, al día de hoy si bien les va lustran entre 5 y 6 pares de zapato, recibiendo por cada servicio la módica cantidad de veinte pesos.
El entrevistado, señaló que por increíble que parezca hay competencia desleal en el rubro pues varias personas no quisieron integrarse a la Unión de Betuneros y así están ofreciendo sus servicios, lo cual hizo que varios que eran miembros a esta asociación buscarán emplearse en otro oficio.
Asimismo, dijo que han dejado de percibir los ingresos que con anterioridad por lo que el pintar casas, cortar naranja, la albañilería, entre otras actividades, son ahora sus fuentes de ingreso.
Los boleros del municipio se dicen olvidados, incluso por los que se decían ser sus clientes, pues ahora que son minoría y que están en peligro de extinción ni su propia asociación que los representa no ha gestionado apoyos para ellos.
Sobre su situación que viven hoy en día, Cándido Ortega comentó que desde que desempeña dicho oficio nunca han tenido algún tipo de apoyo gubernamental, incluso refirió que gobernantes locales anteriores los mandaban a traer para que les dieran mantenimiento a sus áreas de trabajo, sintiéndose denigrados puesto que esa era labor de personal de Limpia Pública.
“Contamos con más carencias, solo tenemos nuestra silla para el cliente, su banquito para poder bolear sus zapatos, frascos y botes con líquido, crema para aplicar al calzado y en ocasiones un periódico del día o alguna revista atrasada, debido que el recurso ya no nos da para brindar una mejor atención, pero nos esmeramos por dejar satisfecho al parroquiano que llega en busca de nosotros para ilustrar su calzado”.
Finalmente, Cándido Ortega resaltó una frase que lo pone en que pensar y dijo: Creo que somos una especie que estamos en peligro de extinción, esto es a nivel nacional, pues en todas partes el clásico bolero del parque ya está quedando en el ocaso.
Por Miguel Ángel González Rojas
Misantla, Ver.- La mañana de este martes, en la colonia Puerto Palchán, al parecer por una falla mecánica camioneta volcó luego de salirse de la cinta de rodamiento, esto en la calle Playa de la Roca.
Se trató de una unidad de la marca Ford, tipo F150, color gris, con placas del estado de Tlaxcala, propiedad de Jaime R. F., de 38 años y domicilio en la misma arteria donde sucedió el accidente.
Al lugar de los hechos acudieron elementos de la Policía Estatal, así como agentes viales siendo estos quienes llevaron a cabo las diligencias correspondientes, para después ordenar el arrastre de la unidad siniestrada al corralón.
Por fortuna este accidente no arrojó lesionados y la camioneta solamente quedó llantas para arriba, por lo que al lugar llegaron elementos de Tránsito y Vialidad así como policías, quedando la unidad bajo resguardo de Grúas Caballero.
Misantla, Ver.- Hartos y molestos se encuentran habitantes de al menos 14 comunidades debido a que en la clínica de salud de Salvador Díaz Mirón no hay quien los atienda, pues la Jurisdicción Sanitaria no ha decidido a quien enviar en sustitución del galeno anterior que se fue por motivos personales.
Ante esta situación, piden la intervención de la Secretaría de Salud pues acusan que han tenido que desembolsar fuertes cantidades de dinero en búsqueda de atención médica, puesto que el lugar más próximo donde hay un doctor, se encuentra en la cabecera municipal.
Cabe mencionar que la correspondiente queja, fue llevada el lunes al ayuntamiento por el agente de la citada localidad, Rafael Dorantes Rodríguez, buscando que en cuanto antes las autoridades resuelvan esta problemática cuanto antes.
A su salida de palacio municipal, el funcionario comentó que de no recibir una respuesta favorable, estará viajando junto con una comitiva a la capital del estado para pedir su apoyo a Roberto Ramos Alor, secretario de salud.
Misantla, Ver.- De varios balazos le segaron la vida a Jerónimo M. S., de 56 años, conocido como “El Marihuas” o “El Jero”, al filo de las 13:30 horas de este lunes en su domicilio ubicado en la avenida Manuel Ávila Camacho de la comunidad La Guadalupe.
Al escuchar las detonaciones de arma de fuego los vecinos se alarmaron y llamaron a los números de emergencia, llegando policías municipales que al indagar encontraron al hombre tendido bocarriba, presentando varios impactos y lamentablemente ya no contaba con signos vitales.
Ante ello acordonaron la zona conforme a los protocolos de seguridad, dando aviso a los detectives ministeriales que junto con peritos criminalistas realizaron las diligencias y el levantamiento del cuerpo, para llevarlo al Servicio Médico Forense.
Sobre el ataque trascendió que varios hombres irrumpieron en la vivienda y sin mediar palabra le dispararon con armas de diversos calibres, cuyos cartuchos fueron embalados en el barrido criminalístico para iniciar la carpeta de investigación.