Estado de México.- Institucionalizar una política transversal con perspectiva de género es para el Poder Legislativo del Estado de México una prioridad, máxime cuando se encuentra señalado así en instrumentos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención de Belem Do Pará, afirmó el secretario de Administración y Finanzas del Poder Legislativo, Sergio Olguín Espinoza, en el simposio Igualdad de Género y Prevención de la Violencia contra la Mujer.

Como parte de las actividades que realiza la Legislatura para conmemorar el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas, que se conmemora el 25 de noviembre, Olguín Espinoza mencionó que el compromiso de alcanzar igualdad sustantiva entre hombres y mujeres exige garantizar el respeto y protección de los derechos humanos de las mujeres y la eliminación de la violencia de género.

Destacó que en mayo pasado los legisladores aprobaron reformas a las leyes Orgánica de la Administración Púbica, la de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la General de Igualdad de Trato y Oportunidades entre Mujeres y Hombres, para crear las Unidades de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia en las dependencias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la entidad.

Estas unidades tienen el propósito de implementar e institucionalizar la perspectiva de género y fungir como un órgano de consulta y asesoría en las instancias correspondientes.

Por otro lado, la jefa de la Unidad de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia del Poder Legislativo, Marisol Tovar Medina, expresó que el reto actual consiste en alcanzar un auténtico desarrollo con igualdad social y de acceso a oportunidades para las mujeres.

En este sentido, señaló que es necesario el esfuerzo colectivo en la generación de las condiciones para un nuevo ambiente de igualdad de oportunidades, sensibilizando a las y los servidores públicos en el hecho de que las diferencias naturales entre mujeres y hombres no deben ser motivo para la asignación de roles y estereotipos tradicionales.

“Buscamos un cambio de mentalidad para lograr la convivencia armónica y una coordinación de esfuerzos para el bien común, en el que la inclusión de la perspectiva de género y la protección de los derechos de las mujeres tengan un espacio en el Poder Legislativo para consolidar un desarrollo personal, familiar y laboral en condiciones de igualdad y libertad, ejerciendo nuestros derechos con respeto, sin violencia y sin discriminación”, apuntó.

Valeria López Vela, profesora-investigadora en la Facultad de Humanidades, Filosofía y Letras de la Universidad Anáhuac México, y coordinadora del Centro Anáhuac en Derechos Humanos, habló sobre las diferentes formas de violencia de género, entre ellas la microviolencia de género o micromachismo, término que acuñó el psicoterapeuta español Luis Bonino Méndez en 1991, para dar nombre a prácticas que otros especialistas llaman “pequeñas tiranías”, “terrorismo íntimo” o “violencia blanda”, que consisten en tocamientos, comentarios, insultos o frases que denigran y que padecen miles de mujeres cotidianamente, en el transporte, espacios públicos, áreas de trabajo o en el hogar.

La investigadora dijo que el país está frente a un cambio de paradigma, puesto que prácticas, acciones, frases y conductas que antes eran aceptables ya no lo son, gracias al trabajo que se ha realizado en materia de derechos humanos, con los tratados internacionales y las normas que buscan proteger a las mujeres.

A propósito del Día Naranja (el 25 de cada mes), la especialista explicó que se trata precisamente de mostrar que las mujeres padecen muchos tipos y modos de violencia y que se necesita que los varones sean aliados solidarios, para que todas y todos tengan una vida libre de violencia.