Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.- En algunas ciudades la fiesta de la Rosca de Reyes y la llegada de los Reyes Magos inunda de alegría a niños y adultos, es una fiesta que reúne a familias, llena de risas, acuerdos, augurios de la próxima reunión del 2 de febrero, donde los tamales y el atole reinarán en la mayoría de las mesas.

Sin embargo en el istmo, en muchas familias esta fiesta no llega y, es que los Reyes Magos encontrarán pueblos destruidos, calles irreconocibles, lugares que ya no conoce, que su memoria no había visto nunca, escombros por todos lados. Es muy probable que se confunda o no quiera entrar y se vaya por otro lado, dejando en el olvido y el desamparo a muchos niños como a Rey David López Santiago en Juchitán.

Un juchiteco quien a sus 12 años de edad pasará esta fecha desapercibida debido a que decidió ayudar a su padre con los trabajos que realiza para la reconstrucción de su vivienda, que el pasado terremoto del 7 de septiembre destruyo y dejó en escombro.

A Rey David le preocupa que su familia duerma bajo lonas, soportando el frío y aire que en estas últimas fechas azota inclementemente el istmo, sin compasión, sin importale que es la fiesta de los Reyes Magos. Rey David sólo piensa que su casa quede reconstruida para volver a sentir la tibieza de su interior, el descanso reparador de las jornadas de estudios o el trabajo.

Martín López Zárate, padre de Rey David, comenta con dejo de dolor entre palabras lastimadas que su hijo le ayuda en los trabajos del armado de castillos, ahora que no está asistiendo a la escuela. “Mi hijo Rey David tiene 12 años, él acaba de ingresar a la secundaria, es su primer año, apenas, y por lo que pasó con el terremoto sólo van un día a la semana a la escuela a dejar y a traer trabajos que les dejan sus maestros, y el resto de los días él me dijo que quería ayudarme con la chamba que estoy haciendo en la casa”.

Orgulloso de su hijo por ser buen estudiante, por ser muy trabajador, pues a diferencia de otros jóvenes de su edad ha mostrado madurez y responsabilidad en lo que se ha propuesto.

“Me da gusto saber que mi hijo le esté echando ganas a la escuela y que quiera aprender otras cosas, como este oficio de albañilería que a mí me ha dado trabajo en muchas compañías que me han buscado, claro que no es lo que quiero que haga en la vida, porque lo que siempre hemos platicado es que termine sus estudios, que sea alguien importante, no importa que quiera aprender otros oficios para que pueda defenderse en la vida, pero que siempre traiga presente que tiene que terminar una carrera”.

Rey David López, por su parte, desconoce el disfrute de la tradicional Rosca de Reyes, para el adolescente la prioridad es ver reconstruida su casa y qué mejor que ayudando a su papá, en lo que pueda y con la satisfacción de que algún día que logre realizar una carrera universitaria, sepa que sus padres también estuvieron en todo momento con él, pero sobre todo que su sueño de volver al ver su casa nuevamente levantada, con ese calor que ahora se encuentra ausente, pero que muy pronto volverá, como lo dice con su voz que sale desde el fondo de su corazón y sus ojos no pueden ocultar, ese enorme deseo que hoy se encuentra un poco lejos.

Para muchos niños y niñas el 6 de enero fue otro día más jugando, entre lonas, casas de campaña y escombros que aún permanecen en las calles junto con sus sueños e inocencia y se olvidaron por ahora de recibir un regalo en ese día.