Se dice que el jefe de la Jurisdicción Sanitaria I fabricó documentos para justificar acciones del personal de salud; la población podría estar expuesta a enfermedades

Tantoyuca, Ver.- A pesar de que el jefe de la Jurisdicción Sanitaria I y el mismo secretario de Salud a su visita en este municipio se negaron a hablar sobre el tema de las vacunas congeladas y echadas a perder, todo parece indicar que hay serias irregularidades que se pretende no salgan a la luz.

En un documento que la doctora Graciela Mahalet del Ángel Rodríguez, directora del centro de salud, emite y firma, dice que fue avisada de los hechos por un policía de Ipax desde las 5:30 de la mañana, pero casualmente hasta las 9:00 de la mañana el biológico fue llevado al hospital regional, dicho de otra manera, pasaron alrededor de cuatro horas para que comenzaran con el procedimiento de resguardo de la vacuna.

Lo curioso es que el equipo de Vanguardia dialogó con personas cercanas al centro de salud y se indicó que nunca el biológico congelado se ha llevado a México para inactivarlo. Además, un dato curioso es que los hechos habrían ocurrido por una variación en la temperatura y las prisas por mudarse a una casa que fue improvisada para funcionar como centro de salud mientras se construía el nuevo.

“No tuvieron cuidado necesario y el lugar no era el adecuado”, dijo una trabajadora, que indica que la casa donde operó por algunos meses es propiedad de los Guzmán.

Aunque el ingeniero y jefe de la Jurisdicción Sanitaria dijo que sólo alrededor de 900 dosis se echaron a perder, expertos indican que una vez que el refrigerador presenta una variación en la temperatura es difícil rescatar parte de las dosis, es decir, “no puedes tener en un refrigerador 10 mil vacunas por una variación de una temperatura a -5 grados, y que sólo nueve mil se echen a perder; es complicado salvar el biológico y más si actúas hasta casi cuatro horas después”, se indicó en la investigación de Vanguardia.

El circo que parece estar orquestado por Amado Guzmán deja al descubierto una serie de irregularidades al interior del centro de salud que tiene a su cargo la doctora Graciela Mahalet, quien aún con el conocimiento de los hechos permitió la aplicación de las vacunas a la población, hecho que aumenta el miedo entre las personas, pues prácticamente les inyectaron agua.

Los documentos presentados carecen de firmas, no hay oficios ni documentación donde se demuestre quién o quiénes acudieron a inactivar el biológico a la Ciudad de México; se aprecian letras ilegibles, no hay fecha en los documentos, tampoco testigos.

No obstante, otro problema que parece no han tomado en cuenta es que de acuerdo con lo establecido en el Manual de Vacunación 2017 (actualmente vigente), se indica que se debe dar vista a los órganos fiscalizadores sobre el accidente de red de frío, ya que los biológicos son comprados con recursos federales y por lo tanto se consideran patrimonio de la nación. En este sentido, sólo hubo pérdidas económicas por 53 mil pesos, se asegura en la JS-I.

Asimismo, se indica que si una o varias personas fueran responsables del accidente por alguna omisión en el cuidado del biológico, deberán ser sancionadas. Y aunque hasta la fecha no se conoce si se dio vista a los órganos fiscalizadores, la Secretaría de Salud no ha mostrado documentos, aunque podría ser que en breve aparezcan como por arte magia por Amado Guzmán Salazar, quien sólo es ingeniero en sistemas computacionales, pero funge nada más y nada menos que como jefe de la Jurisdicción Sanitaria por pertenecer a la familia Guzmán, casi dueños de Tantoyuca.

El flamante jefe de la Jurisdicción Sanitaria ha intentado justificar los hechos ocurridos en el centro de salud urbano, pero es tanto su desconocimiento en temas de salud que hay incoherencias en los documentos que él mismo ha hecho públicos en redes sociales con tal de deslindar a la directora del centro de salud de Tantoyuca, Graciela Mahalet del Ángel Rodríguez, ya que las actas que dice se levantaron en su momento no son más que copias que pueden manipularse a su antojo en cualquier día y hora.

Héctor Amado Guzmán Salazar sólo puede presumir su conocimiento en el desarrollo de software, pero nada relacionado con temas de salud, ya que el puesto que desempeña debería ser ocupado por un médico, no un ingeniero en sistemas.