El frío negocio de la muerte

Agua Dulce, Ver.- El número de empresas funerarias se ha incrementado en el estado en los últimos diez años, ofreciendo precios para todos los bolsillos.

Todo tiene directa o indirectamente un valor monetario, los hospitales cobran los partos, al crecer las escuelas cobran la educación, las personas pagan por un techo, automóviles y comida para subsistir, al final morir también tiene un costo, en la mayoría de los casos para los familiares del difunto, pues aún no existe una cultura en nuestro país, donde las personas se preocupen por preparar los últimos detalles.

Es en el marco del Día de Muertos, cuando las personas acostumbran pensar en la muerte, no solamente de sus familiares y amigos que se adelantaron en el camino, sino en la propia, y en los deseos o voluntades que le gustaría que se cumplieran.

Algunos externan sus deseos de ser enterrados en algún sitio en particular, con una prenda de vestir específica, otros más piden ser cremados y conservados o arrojados en algún sitio de interés personal, aunque la mayoría no prevé el costo de sus últimos deseos.

PRECIOS

Propietarios de empresas funerarias, entrevistados por este medio informativo, coincidieron en que ofrecen precios para todos los presupuestos, hay servicios de 5 a 7 mil pesos, los más baratos, hasta paquetes que superan los 50 mil pesos.

La mayoría de los servicios básicos incluyen el papeleo correspondiente, la preparación del cuerpo, el ataúd, los preparativos velatorios, el traslado a la iglesia, en caso de requerir alguna misa, y la preparación de la bóveda para el sepelio.

Los precios se incrementan de acuerdo con la calidad de algunos aspectos particulares, principalmente la caja, pues las más baratas son de madera de pino forradas de tela, en la categoría media se ubican los ataúdes laminados y los más caros corresponden a los conformados con maderas finas, cedro o caoba, por ejemplo, estos últimos regularmente labrados y con precios de hasta 25 mil pesos.

Así también, si la familia opta por el servicio de cremación o sino cuentan con una bóveda familiar, se tiene que realizar la compra del espacio en el cementerio, la cual en el caso del panteón de los Jubilados en Agua Dulce, tiene un costo de entre 4 y 7 mil pesos, dependiendo la capacidad, para uno, dos o tres cuerpos.

NEGOCIO

Como todo negocio, los dueños de las empresas funerarias coinciden en que en muchas ocasiones tienen que mostrarse fríos con los clientes al momento de hablar de números, pues de lo contrario el negocio está destinado a fracasar.

Los entrevistados señalan como regla no escrita “de acuerdo al sapo, la pedrada”, cuando la familia se observa de buena posición económica se le ofrecen los mejores materiales, así también evitan dar servicios muy caros a quienes no pueden pagar rápidamente, uno de los dueños ejemplifica “prefiero brindar un servicio barato de 7 mil pesos que me paguen de contado, que uno de 30 mil a crédito, pues el dinero se estanca y en ocasiones hay que dar demasiadas vueltas para que la familia pague”, aseguró.

El negocio funerario también se alimenta de las culpas de los familiares, cuenta otro dueño, “en ocasiones las familias se organizan para pagar el servicio más caro, la mejor caja, todos los lujos, para una persona que ya no lo disfruta, que no recibió toda esa atención y amor en vida; en otras ocasiones solo es para dar una imagen ante la sociedad, hay casos donde me rentan un ataúd caro para la velación y el más barato para el sepelio”, finalizó.

La vida y la muerte es un negocio, uno de los más lucrativos por el simple hecho de que nunca se acabará la demanda del servicio, pues como señala un dicho popular “para morirse, solamente se necesita una simple cosa… estar vivo”.

Por Alfredo Santiago H.