Agua Dulce, Ver.-Hay una gran cantidad de pobladores que ganan menos de un salario mínimo al día y sus familias apenas tienen para comer.

“¿Carne? Casi no, sólo pollo, a veces, cuando mi hija manda”. Isaías González Manilla es un habitante de Agua Dulce, como miles, que viven con menos de un salario mínimo actual al día (102.68 pesos), considerado lo mínimo para cubrir lo indispensable.

Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), Agua Dulce se encuentra catalogado con un grado de rezago social “bajo” y de marginación “baja”, pues a nivel estatal está en el lugar 192 de 212 municipios en cuanto a estos rubros.

Sin embargo, el diagnóstico municipal PACMA elaborado por Petróleos Mexicanos (Pemex) arrojó que de los 48,901 habitantes que hay en Agua Dulce, “el 86.7% se encontraba en situación de pobreza y el 45.8% en pobreza extrema”. Además, el 49.6% de sus habitantes (casi 24 mil), presentaba carencia por acceso a la alimentación y al menos 8 de cada 10 habitantes tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar.

La línea de bienestar es el valor monetario de una canasta de alimentos, bienes y servicios básicos, es decir, para el 2019, significa que cada persona (adulta) de una familia no llega a los 2,328 pesos mensuales, lo mínimo para cubrir las necesidades básicas de la vida.

Eso es justamente lo que vive el señor Isaías, quien con tristeza cuenta que en un día “bueno” logra sacar, cuando mucho, 70 pesos. Él se dedica a vender botellones de agua purificada con un triciclo, pero lo derrotó la competencia de las grandes marcas y las tiendas de conveniencia así como de las purificadoras que han proliferado en la ciudad.

Los días en los que sacaba 300 pesos por jornada quedaron muy atrás, tan atrás como aquellos días en los que esa cantidad alcanzaba para mucho más. Ahora, 70 pesos, no alcanzan para casi nada. La alimentación de él, su esposa (quien lava ajeno o hace pequeñas actividades para aportar dinero al hogar) y sus tres nietos menores de edad (uno de kínder y dos de primaria) se basa en huevos, sopa, frijol y arroz. ¿Carne de res? Ni imaginarlo.

A veces, cuando a la quincena su hija (la madre de los tres niños) manda dinero, es cuando logran comprar un par de pollos con el que hacen maravillas para que rinda entre la familia de los dos adultos y tres niños que se encuentran justo en la etapa de mayor crecimiento. La hija manda 500 pesos a la quincena, pero apenas y logra paliar el hambre de la familia.

Como Isaías, según el PACMA, el 49.6% de los habitantes de Agua Dulce sufren pobreza alimentaria, es decir, que como él hay casi 24 mil personas en situación similar, en donde la alimentación es escasa, insuficiente y quienes más lo sufren son los niños y los ancianos.

Los 70 pesos del aguador se van casi todo en comida, en dos al día como máximo. Muy fuera de sus posibilidades queda la cobertura de servicios e impensable es el entretenimiento. Es la realidad del Agua Dulce marginado, el que no figura en los mismos estudios de Pemex que considera a la ciudad como una con bajo grado de marginación, cuando la realidad demuestra que hay miles hambrientos y soñando con mejores posibilidades de vida, que incluyen probar bocado de carne, de vez en cuando.

Por Violeta Santiago