Urge cubrir guardias nocturnas y fines de semana

Papantla, Ver.- La falta de capacidad, pero sobre todo de sensibilidad, por parte del titular del hospital general de esta ciudad, Óscar Manuel Pulido, ha empeorado el otorgamiento de servicios de salud en el nosocomio que dirige.

Los casos se cuentan al por mayor, principalmente cuando se trata de personas de escasos recursos, que vienen de alguna comunidad o de los municipios serranos, pero también padecen esta falta de buena atención personas de la tercera edad y mujeres embarazadas, siendo estas últimas las que más sufren y en más de una ocasión, han dado a luz en los baños o pasillos de la institución.

Malos tratos, reclamos e incluso discriminación han sufrido decenas de personas en este hospital, señalando a algunos médicos, enfermeras, pasantes e incluso trabajadoras sociales, que cubren guardias en días festivos o fines de semana, donde la constante es negar la atención a la población que llega con alguna emergencia.

Pero no sólo la ciudadanía sufre por la manera de operar en este hospital, también padecen por la mala atención los paramédicos de diversas corporaciones, a quienes en muchas ocasiones les impiden bajar a los pacientes de las ambulancias o una vez estando dentro del área de urgencias, los obligan a sacarlos, alegando que no hay espacio o que no hay personal que los atienda.

Esto es irónico si se toma en cuenta que recientemente, el Gobierno del Estado realizó una importante inversión para ampliar el espacio en el área de urgencias, pero además, dignificar las instalaciones para que con ello se pudiera ampliar la capacidad de atención y se dejara de rechazar a los pacientes.

Urge que el titular de la Jurisdicción Sanitaria acuda a ver lo que pasa en este nosocomio y garantice la atención para los papantecos, principalmente los fines de semana, así como días festivos, cuando todos los especialistas se ausentan, dejando pasantes de medicina a cargo de la institución, quienes por lo general rechazan a los pacientes.

VERGONZOSAS INSTALACIONES

Aunado a que casi nunca hay agua, los pacientes y familiares de éstos, padecen por la falta de energía eléctrica, lo que provoca que con las altas temperaturas que se registran en la zona, sufran por el calor intenso. Asimismo, padecen por la falta de sábanas y batas, sin contar que los sanitarios no cuentan ni siquiera con papel higiénico.

El único baño con el que cuenta el nosocomio no tiene ni siquiera regadera, razón por la que es muy difícil asear a los enfermos, sin tomar en cuenta lo insalubre de éste, que parece más una bodega y no un sanitario. Urge que se adopten las acciones pertinentes en este hospital, de lo contrario, en breve podrían desencadenarse protestas para exigir la salida del director.

Por Juan Olmedo