Poza Rica, Ver.- Un jubilado de Pemex denunció ante este medio de comunicación que personal de la Profeco se negó a atenderlo luego de haber sido estafado por la cadena comercial Elektra; lejos de dar solución al problema, le “recomendaron” que se fuera a las oficinas de la delegación estatal, ubicada en Veracruz puerto.

Según el afectado, su calvario inició luego de adquirir un ventilador con aspas de 30 pulgadas; “desde que vi que mis amigos tenían ese tipo de ventilador y que funcionaba súper bien, decidí comprar uno, pero cada vez que acudía a la tienda no había en existencia”.

Luego de esperar por algunos meses, finalmente el 15 de agosto acudió a la sucursal ubicada en la colonia 27 de Septiembre, sobre el bulevar Lázaro Cárdenas, donde le dijeron que ya tenían el modelo buscado. Así que el cliente decidió comprarlo, pero con la condición de que se lo entregarían en la sucursal ubicada en el bulevar Ruiz Cortines, donde antes era Salinas y Rocha.

Según el declarante, a esa sucursal sólo acudió a recoger el producto y una vez teniendo el ventilador se retiró.

Don Jesús dijo que por su avanzada edad y su estado de salud, no pudo armar él solo dicho aparato, así que esperó a que su hijo fuera a visitarlo; justo cuando lo vio armado, notó que era más chico, así que decidió medirlo y se dio cuenta de la diferencia, las aspas apenas y medían 26 pulgadas, cuando pagó por uno cuyas dimensiones eran de 30”.

“Me dieron gato por liebre y acudí a la tienda con la factura en la mano, y hasta ese momento me di cuenta que la factura no especificaba a detalle las características del ventilador”.

Asimismo, dijo que el personal de la tienda reconoció que en efecto no era el mismo ventilador, pero por no acudir al siguiente día a reclamar, no se lo cambiarían, incluso pese a que compró una garantía extendida por 2 años.

“Entonces decidí ir a la Profeco, ahí me atendieron y más tarde me llamaron para decirme que ya me podía presentar a la tienda donde me iban a entregar otro; pero no fue así. Sólo me engañaron”, asegura.

Al ver la negativa del personal de la tienda acudió nuevamente a la Profeco donde, ya cansados de atenderlo, le dijeron que por último “fuera a la delegación en Veracruz”; se limitaron a darle la dirección y el número de teléfono de la oficina.

Sin embargo, esa no es la solución para el jubilado de Pemex, pues asegura que gastará mucho más que el valor del ventilador, por lo que sólo pide que hagan algo al respecto y la empresa no siga timando a clientes, aunque lo que más le molestó fue la actitud del personal de Profeco por no dar solución y echarle la bolita a otros. ¿Entonces ellos para qué están?, cuestionó bastante molesto el señor García González.