Poza Rica, Ver.- Con total impunidad, la aseguradora Axxa ha puesto infinidad de pretextos con la finalidad de no pagar un seguro por el robo de un tractocamión suscitado en julio. El afectado asegura que ha insistido hasta el cansancio para que la empresa responda, pero hasta la fecha no ha corrido con suerte. Por si fuera poco, ha sido víctima de intimidaciones para que desista de exigir el pago por parte del personal de una empresa externa que busca deslindar a la aseguradora, y hasta le han pedido dinero para dar celeridad al trámite.

Documentos que obran en poder de Vanguardia Veracruz demuestran que el afectado, quien es empresario autotransportista, tiene la documentación en regla y aclara que desde hace años es cliente de Axxa, por lo que lamenta que ahora que necesita de ellos lo dejen solo.

Los hechos que relató a este medio ocurrieron el pasado 13 de julio de 2018, cuando la unidad Kenworth con jaula granelera, modelo 2005, que en ese momento era manejada por Zenohino González, fue interceptada por sujetos entre los límites de Villa Lázaro Cárdenas, en el estado de Puebla. Los delincuentes llevaban armas de alto poder y encañonaron al chofer para llevarse la pesada unidad, cuyo destino era el puerto de Tuxpan.

El infortunado chofer fue golpeado y amagado por los hampones, pero tras 4 horas logró contactar al dueño de la empresa, a quien le contó los hechos. Posterior a eso procedieron a interponer denuncia en la Fiscalía de Metlaltoyuca, Puebla, donde el chofer relató cómo estuvo a punto de morir a manos de los delincuentes.

Según la averiguación NIC/CDI/111/2018/METLALTOYUCA, quien dijo llamarse Ángel Suarez Martínez, el ajustador, le indicó que la empresa respondería por lo ocurrido siempre y cuando se cumpliera con los requisitos.

Bajo el número del reporte del siniestro PZ01054H y PZ1055H, la empresa comenzó a dar el seguimiento necesario. Hasta ese momento, el afectado jamás imaginó que sería víctima de la aseguradora y confiaba en que realmente lo ayudarían.

El chofer tuvo que acudir al lugar donde ocurrieron los hechos, y ahí fue intimidado por sujetos que se identificaron como Juan Carlos del Callejo y otros entre los que figura César Hernández Cervantes, quienes prácticamente intentaron que cayera en contradicciones para deslindarse del pago, pero no tuvieron éxito, ya que el chofer relató los hechos y quedó asentado bajo la investigación que la empresa especializada que se dedica a determinar bajo ciertas condiciones si son o no procedentes las denuncias en el robo.

Posterior a eso, tendrían que pasar 30 días para que Axxa determinara si pagaba o no el seguro, pero antes de que eso ocurriera, le dijeron que tenía que pagar dinero a los citados personajes para hacer válida la póliza.

“Como no pagué, porque realmente se me hace una injusticia estar pagando por algo que no debo, seguramente por eso no me han querido ayudar”, dijo a este medio el afectado, quien dice haber sido revictimizado por el personal de Axxa, que lo han tratado de manera déspota, evaden toda respuesta y cuando toman su llamada son insensibles ante la situación como lo es el caso de Rogelio Isaí Hernández, quien presuntamente es jefe de Juan Carlos y César, y todo por no otorgar dinero para agilizar lo que se supone es su trabajo.

A pesar de que el agraviado ha insistido en el pago de la póliza que ampara el robo total, no ha corrido con suerte, pues intuye que es a consecuencia de su negativa de pagar dinero a quienes se lo solicitaron, por lo que adelantó que alista su queja que presentará de manera escrita ante la Condusef por el incumplimiento de la aseguradora, a la que calificó como fraudulenta y un peligro para quienes la contratan, pues reveló que personal le hizo la “recomendación” de que falsificara documentos para poder hacer válido el seguro y presionar a la empresa, a lo que el empresario se negó rotundamente, pues presiente que sólo es una treta de la misma empresa.

Lo más lamentable es que amparados en su artículo 69 de la ley sobre el contrato del seguro, Axxa emitió un comunicado al afectado con fecha 22 de agosto del 2018, donde le solicitan al cliente que compruebe la preexistencia de la unidad asegurada, entre otra serie de documentos. Ante el requerimiento, la víctima no pasó por alto dicha recomendación y a la brevedad anexó lo exigido, pero ni siquiera eso ha favorecido el pago del monto que supera el millón de pesos.

Al no haber una determinación donde se declare procedente o no el pago, el agraviado se encuentra en manos de la empresa que seguramente busca que la fecha de pago prescriba para deslindarse del mismo.

Por Clemente Hernández Reyes

Gráficas Ademir Lozano Neri